sábado, 13 de diciembre de 2014

Priores del convento-hospital de San Juan de Dios.

Médicos prácticos del Hospital de San Juan de Dios en Aguascalientes, México.
Xavier A. López y de la Peña.
Padres Priores del convento-hospital de San Juan de Dios que fungieron como médicos prácticos de dicha institución a lo largo del período colonial:
1684 (junio) Fray Domingo de Santa María, prior y fundador [en proyecto] del convento-hospital de San Juan de Dios. 1685 Fray Juan de Dios Patiño [primer prior en concreto]. 1690 (junio) Fray Isidro Bermúdez. 1690 (19 noviembre) Fray José [o Juan] Cano. 1703 (2 de marzo) Fray Melchor Francisco de Sotomayor. 1706 (1 de mayo) Fray Diego García. 1706 (1 de diciembre) Fray Roque García. 1709 (2 de enero) Fray José Monteón. 1712 (1 de junio) Fray Manuel Macolera. 1715 (12 septiembre) Fray Roque García. 1717 (1 de febrero) Fray Francisco Hipólito Meléndez. 1718 (1 de agosto) Fray Melchor Francisco de Sotomayor. 1721 (4 de junio) Fray Antonio Ceballos. 1721 (Agosto) Fray Juan de Dios. 1724 (10 de septiembre) Fray Juan Antonio de Almeida. 1727 (4 de septiembre) Fray Fabián de Castro Viejo. 1729 (1 de junio) Fray Miguel Castro de Silva. 1731 (1 de febrero) Fray Manuel Ruiz de Mota. 1732 (mayo) Fray Antonio de Córdova. 1733 (1 de junio) Fray Francisco González. 1734 (marzo Fray Gabriel de Armengol. 1736 (2 de marzo) Fray Francisco Guerrero. 1736 (11 de noviembre) Fray Agustín Gil Perdigón. (¿?) 7 junio. Fray Antonio de Córdova. 1739 (11 de enero) Fray José Contreras Arroyo. 1741 (3 de octubre) Fray Juan Arcinas. 1742 (15 de julio) Fray Antonio de Córdova. 1745 (marzo) Fray José Arroyo. 1746 (1 de enero) Fray Antonio de Córdova. 1748 (1 de junio) Fray Pedro Mariano de la Concepción Peláez. Fray Antonio de Córdova. 1754 (23 de marzo) Fray Francisco Hernández. 1757 (4 de abril) Fray Antonio de Córdova. 1758 (12 de febrero) Fray Juan de Dios Bueno. 1760 (26 de mayo) Fray José Contreras Arroyo. 1763 (21 de marzo) Fray Bernardino Juan de Dios Cabrera. 1773 (26 de mayo) Fray Miguel Moscoso. 1778 (9 de agosto) Fray Toribio Pérez. 1781 (4 de mayo) Fray Leoncio Alenzón. 1787 (8 de junio) Fray Ignacio Escobar. 1787 (20 de junio) Fray Pedro Cardoso. 1793 (4 de mayo) Fray Miguel de Aguilera. 1794 (3 de abril) Fray Juan Espinoza. 1796 (10 de mayo) Fray Manuel Bonifacio Novedad. 1802 (11 de mayo) Fray Manuel Salazar. 1805 Fray Luis Moncada. 1808 (15 de julio) Fray Agustín Zerero. 1810 (26 de marzo) Fray Felipe Sánchez. 1813 (5 de julio) Fray Agustín Melgarejo. 1817 (1 de febrero) Fray Mariano del Castillo. Hasta su muerte en 1837.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Primer mastectomía por cáncer de mama en América. Aguascalientes, México, siglo XVIII.

Primera mastectomía por cáncer de mama en América. Aguascalientes, México, 1777.
Xavier A. López y de la Peña
Luego de un arduo trabajo de investigación histórica, hacemos del conocimiento del público la realización de una mastectomía por cáncer de mama, que resulta ser la más antigua evidencia de este procedimiento realizado en América, particularmente en la villa de Aguascalientes, en la Nueva España del siglo XVIII. El registro de esta intervención quirúrgica quedó plasmado en un exvoto de autor anónimo, en el que la paciente española, doña Josefa Peres Maldonado, le da las gracias al Santísimo Señor del Cristo negro del Encino y a la Purísima Concepción o Virgen del Pueblito, por el buen resultado obtenido toda vez que la paciente sobrevivió a la cruenta intervención que le llegó a cicatrizar por completo después de tres meses. El exvoto posee una gran riqueza pictórica y colorido, está realizado en óleo sobre tela y pertenece actualmente al Davis Museum and Cultural Center, Wellesley College, Wellesley, Massachusetts, USA. Tan inusual operación la realizó el médico y cirujano francés, Pedro Maillé, profesional aprobado tanto por el Tribunal de Medicina y Academia de Ciencias de París, como por el Real Tribunal del Protomedicato de la Nueva España con el auxilio de frailes del convento-hospital de San Juan de Dios. Probablemente siguiera de alguna manera la técnica aprendida en su natal Francia, propuesta por el cirujano contemporáneo Jean-Louis Petit. Finalmente destacamos el gran valor y decisión de la señora, Josefa Pérez Maldonado, para enfrentar el gran dolor y sufrimiento que la cirugía le ocasionaría, pensándolo como último recurso capaz de aliviar y quizás curarle del cáncer que sufría, confiando en el médico cirujano y encomendándose a la voluntad divina, basada en su enorme fe y devoción religiosa.
El documento completo se puede consultar en el siguiente link: http://www.anmm.org.mx/GMM/2014/n5/GMM_150_2014_5_470-477.pdf
English traslation:
First mastectomy for breast cancer in America. Aguascalientes, Mexico, 1777. After hard work of historical research, we make to public knowledge this mastectomy for breast cancer, probably the oldest evidence of this procedure performed in America, particularly in the town of Aguascalientes, in New Spain, eighteenth century. The record of this surgery were registered in an anonymous author exvoto, in wich the Spanish patient, Josefa Peres Maldonado, thanks him the Santisimo Señor del Cristo Negro del Encino and Inmaculada Concepcion o Nuestra Señora del Pueblito,for the obtained good result given that the patient survived the bloody intervention and came to heal completely after three months. The exvoto has a great pictorial richness and color, is made of oil on canvas and now belongs to the Davis Museum and Cultural Center, Wellesley College, Wellesley, Massachusetts, USA. This unusual operation was conducted by the French physician and surgeon, Peter Maille, professional approved by both the Court and Academy of Medical Sciences of Paris, such as the Royal Court Protomedicato New Spain with the help of friars from the convent-hospital San Juan de Dios. Probably somehow follow the technique learned in his native France, proposed by the contemporary surgeon Jean-Louis Petit. Finally we highlight the great courage and determination of Mrs. Josefa Pérez Maldonado, to face the great pain and suffering that the surgery would cause her, thinking as a last resort and maybe able to alleviate suffering cancer cure, relying on the surgeon and entrusting to the divine will, based on his strong faith and religious devotion.
The full document is available at the following link: http://www.anmm.org.mx/GMM/2014/n5/GMM_150_2014_5_470-477.pdf

miércoles, 8 de octubre de 2014

Certificado de lesiones en Aguascalientes. Siglo XVII.

Certificado médico hecho por los cirujanos Juan Alonso de los Inoxos y Juan Caballero, en Aguascalientes, 1681.
Xavier A. López y de la Peña.
“Don Juan de Seseña y Arias escribano del Reino, certifico y doy fe y testimonio de verdad a los que el presente vieren en la forma que mejor en derecho puedo, como habiendo llegado a la estancia llamada La Cañada y en la jurisdicción de Aguascalientes hoy día de la fecha. De auto caso de proceso serán como entre las once y doce horas de este dicho día y habiendo entrado en una sala de techado, ante ella acostado en un colchón tapado con una frazada blanca, a un hombre que dijo llamarse Nicolás de Medina, contenido en dicho auto causa de proceso; y habiéndolo hecho de esta forma vide como el susodicho tenía una herida sobre el hombro izquierdo como de dos dedos de ancho de que le salía mucha sangre, que al parecer fue dada con cuchillo ancho y tenía roto el cuero y carne, y habiéndole metido una sonda Juan Alonso de los Inoxos, vecino de esta jurisdicción y que hace oficio de cirujano, entró al costario cuatro dedos, el cual declaró que al parecer no es de riesgo si no sobreviene ningún incidente, y que para que de ello conste dí el presente en dicho puesto en veinte y tres días del mes de enero de mil y seiscientos ochenta y un años. Testigos Roque de Luévano, Juan de los Reyes y Cristóbal Serrano, vecinos de esta jurisdicción; presentes y de ello doy fe.
Tiempo después, la esposa de Andrés López de Carrasquilla, la señora Gertrudis de Arellano, solicita que el cirujano Juan Caballero examine al herido Nicolás de Medina. Después de examinarlo este cirujano dijo:
“que ha visto la herida que tiene Nicolás de Medina en el hombro izquierdo y que está sanada y cicatrizada y que no está solapada ni con accidente de calentura ni condición ninguna en el brazo izquierdo y que de ella le reconoce según su arte estar el susodicho fuera de riesgo de poder morir de la dicha herida y que de otros accidentes de que está padeciendo como son flatosidades no provenientes de dicha herida, es enfermedad antigua originados de crudeza de estómago, no sabe lo que le podrá venir y que esto es lo que sabe y la verdad so cargo del juramento que hecho tiene en que siéndole leído en él se afirmó y ratificó y declaró ser de edad de veinte y ocho años, no tocándole ninguno de los generales de la ley y lo firmó.”

lunes, 15 de septiembre de 2014

Primer Reglamento de Policía para Aguascalientes. 1834.

Reglamento de policía para la municipalidad de Aguascalientes. En Zacatecas. Imp. Aniceto Villagrana. (se anotan sólo los artículos que se relacionan con la salubridad y la higiene)
Xavier A. López y de la Peña.
17 de febrero de 1834 REGLAMENTO DE POLICÍA PARA LA MUNICIPALIDAD DE AGUASCALIENTES. José María Sandoval, Jefe Político del Partido de Aguascalientes, y presidente del M.I. Ayuntamiento de esta municipalidad, a sus habitantes, sabed: que el M.I. Ayuntamiento de esta ciudad, para cumplir con los deberes a que fue llamado por el voto público, deseoso de organizar del mejor modo las funciones que le corresponden, y facilitar su desempeño, ha acordado el siguiente reglamento municipal. [...]
Sección 2ª. Obligaciones de los comisarios y vigilantes. Art. 7º. Es obligación de estos impedir las desavenencias escandalosas que observaren o supieren: intervenir en cualquiera desorden que turbe el reposo público: aprehender a todo delincuente pidiendo ausilio a los vecinos, y en caso de heridas o muerte a más de asegurar a los agresores, procurarán dos o tres testigos presenciales que presentarán al juez, y harán que el herido de ante ellos un informe circunstanciado del hecho, para que sirva de norte al juez de la causa. Art. 9º. [...] Igualmente avisarán el número de vagos y mendigos que haya en sus respectivos cuarteles. (Paso que la comisión –elaboradora de este Reglamento- ha creído necesario, hallandose íntimamente convencida de que esta clase de hombres son unos olgazanes perezosos, que se matriculan voluntariamente en la clase de pordioseros, usurpándoles a los verdaderamente necesitados el derecho que tienen a los socorros del hombre filantrópico, siendo cargas muy pesadas a los pueblos semejante clase de hombres). Art. 11. Harán el servicio de rondas para conservar el orden y pública tranquilidad.... todos los vecinos.... a escepcion.. de los que tengan impedimento físico... Art. 14. Ninguna persona demandará o colectará limosna por las calles y casas sin previo conocimiento de la autoridad política, quien obrara en esta parte con arreglo a las órdenes que sobre demandas a espedido el supremo gobierno del estado. Los que carecieren de los requisitos necesarios, perderán a favor del hospital la cantidad que hubieren colectado, y serán castigados quince días en los trabajos públicos de la ciudad. Art. 18. Los dueños de tenerías, mezones y casas de posada, observarán la más escrupulosa limpieza en dichos establecimientos, para lo cual tendrán un carretón en el que portarán todas las basuras e inmundicias que de ellos resultaren; depositándolas en el lugar que señala el art. 3º. De la sección 4ª. Otro tanto verificarán los individuos que tengan corrales de alquiler, quedando sujetos unos y otros a la multa de veinte y cinco pesos por la inobservancia de este artículo.
Sección 3ª. Obligaciones de los vecinos [...] 3ª. Barrer y regar diariamente el frente de sus casas hasta la mitad de la calle, y juntar en el medio de ella las basuras, que se quitarán por los carretones de policía en su tránsito. Sección 4ª. Prohibiciones 2º. La venta de licores [se prohibe] ... a las personas que esten perturbadas. 7º. El que se meen o ensucien en las esquinas, banquetas o tránsitos de la ciudad. 10º. El que se quemen en las plazas o calles desde las cinco de la mañana hasta las once de la noche cualquiera clase de escombros o basuras, pudiendo hacerlo en las horas que quedan libres con conocimiento del comisario respectivo. 12º. Que se derramen aguan inmundas, o cualesquiera otras aunque sean limpias que puedan manchar o incomodar. 13. Que corran a las calles aguas impuras por los caños que sólo deben desaguar en tiempo de lluvias amonestando a los vecinos recojan las aguas sucias en sumideros construidos para este fin. 14. Que los tocineros maten en las calles debiendo hacerlo en puntos más a propósito y que no perjudiquen la salud pública; como también el que se sitúen a vender carneros en los mezones, casa de posada y comunidad. 15. La venta de harinas, maices, frutos, pescados y todo efecto de mala calidad o que este podrido e inmaturo. 26. El que anden por las calles perros ni puercos. A los primeros se matarán por los serenos, y los segundos se asegurarán por los vigilantes, destinándose para alimento de presos. 29. Los estanques en las huertas por ser perjudiciales a la salubridad, y ocasionar mayor consumo en las aguas que sirven para el regadío.
Sección 5ª. Disposiciones generales. 3º. Para depósito de basuras se señalan los puntos siguientes: por el Oriente al arroyo que antes llamaron de Tinajas, por el Sur y Poniente, el Salto, y por el Norte el arroyo de los Arellanos; advirtiendo, que sólo en estos parajes podrán arrojarse los escombros que diariamente resultan en las calles. [...]
Sala de comisiones del I. Ayuntamiento. Aguascalientes febrero 17 de 1834.- Ximenez.-Valadéz.-Elizalde.-Dávalos.

lunes, 4 de agosto de 2014

Primer cirujano en Aguascalientes, México.

Xavier A. López y de la Peña.
En la villa de Aguascalientes, corriendo el año de 1657, ejercía el oficio de Maestro Cirujano, don Alonso Gutiérrez, como consta en una escritura fechada el 26 de mayo del mismo año en la que, Jerónimo de Orozco, se obligaba a pagar por Francisco Flores de la Torre, dueño de la hacienda de Ajojúcar que tenía rentada a Montoro, la cantidad de trescientos dieciocho pesos que Flores de la Torre le debía al referido cirujano Gutiérrez.
Se menciona en 1668, también en Aguascalientes, que el cirujano español, natural de Jaén en Andalucía, don Alonso Gutiérrez falleció el día 4 de abril de 1668 de acuerdo a la siguiente nota: “Alonso Gutiérrez, natural de la ciudad de Jaén en los Reinos de España, soltero, de oficio cirujano, de casi cien años [de edad], hizo testamento ante el capitán don Joseph de Parga y Gayosso, Alcalde Mayor de esta Villa y dejó por su albacea al licenciado Joseph Masias, presbítero, vecino de esta villa.”
English traslation.
In the town of Aguascalientes, running the year 1657, exercised the office of Master Surgeon, Don Alonso Gutiérrez, as stated in a writing dated May 26 of the same year in which Jeronimo de Orozco, were forced to pay for Francisco Flores de la Torre, owner of the ranch of Ajojucar, that he had leased to Montoro, three hundred and eighteen pesos that Flores de la Torre debt to the referred surgeon Gutiérrez.
It is mentioned in 1668, also in Aguascalientes, that the surgeon was Spanish and native of Jaen in Andalucia, Don Alonso Gutierrez died on April 4, 1668 in accordance with the following note: "Alonso Gutierrez, a native of the city of Jaen in the Kingdoms of Spain, single, Surgeon in practice, almost a hundred years [old], he will before Captain Don Joseph de Parga y Gayosso, mayor of this town and left by his executor to Mr. Joseph Masias, priest, resident of this town. "

jueves, 3 de julio de 2014

El cirujano Juan de Navarrete Argote. Siglo XVIII.

Juan de Navarrete Argote. (Ca. 1679- )
Xavier A. López y de la Peña
Las primeras noticias que conocemos de este personaje español, en la villa de Aguascalientes, datan de los años 1705 y 1706 en los que varias personas (Fabiana Gallardo, Nicolasa Cortés Mudarra y otros) le otorgan Cartas Poder para atender tanto asuntos civiles y criminales, como para pleitos y cobranzas. El 26 de enero de 1707 obtuvo el título de Alguacil Mayor de la villa por la cantidad de 350 pesos, precio del remate que se hizo de dicho título, por la renuncia que hiciera del mismo, don Juan de la Cueva. Juan de Navarrete Argote se casó con María Cortés de Ayala y tuvieron como hijo a Venancio Nicolás, español, que fue bautizado el 9 de abril de 1707 siendo sus padrinos, el capitán (en este documento sabemos que tenía un rango militar) don Juan de Navarrete Argote, Alguacil Mayor de Aguascalientes y Fabiana Gallardo de Loera. Más adelante, el 16 de octubre de 1709, el capitán Juan de Navarrete Argote renuncia al cargo de Alguacil Mayor de la Villa argumentando “encontrarse enfermo de achaques” según afirma en el siguiente documento:
M.P.S. el capitán don Juan de Navarrete Argote, Alguacil Mayor de esta Villa. Dijo que yo he estado ejerciendo otro oficio [el de cirujano, como adelante anotamos] en virtud del (...) grave fue despachado y porque no puedo en lo de adelante a servir (...) por justas causas que (...) en cuya atención en la forma que mejor haya lugar para esto, traigo renuncia de él y lo pongo en manos de V.A. para que se sirva de mandar cesar (...) y les beneficie y (...) por gracia de vuestra Real Hacienda, si por juicio de las dos terceras partes (...) V.A. mandar a que la persona en que se hiciere el remate me las entregue (...) de lo hecho de lo que toca a esta Real Hacienda, pues el hallarme enfermo de achaques muy bastantes que padezco no me dan lugar a ejercitarlo, por lo cual suplico a V.A. me admita esta renuncia que hago como mejor convenga, y yo el Escribano Público doy fe conocer al otorgante que así lo otorgó y firmó en esta Villa de Nuestra Señora de la Asunción de Aguascalientes a diez y seis de octubre de mil setecientos y nueve años. Don Baltasar de Aguilera, don José Navarrete Argote y Carlos Xavier Gallardo vecinos de ella. Ante mí. Salvador Delgado Cervantes. Escribano Público de la Villa.
Habiendo enviudado, contrajo nuevas nupcias con Ynés Ruiz de Esparza el día 27 de diciembre de 1710, según consta en los registros del Sagrario Metropolitano de Aguascalientes. Posteriormente el día 7 de marzo de 1729, Juan de Navarrete Argote, es identificado ya como examinado Maestro de Cirugía y Medicina, de edad de 50 años, por lo que su fecha de nacimiento debe haber sido cercana al año de 1679, de acuerdo al siguiente documento en el que participa como perito médico-legal en un juicio penal y que dice:
En la villa de Aguascalientes a siete de marzo de mil setecientos veinte y nueve años, Yo dicho Justicia Mayor en vista de las diligencias por mí ejecutadas y decirse que el tal preso ha estado enfermo de tabardillo, del cual dice hallarse convaleciente, hice comparecer ante mí a Don Juan de Navarrete Argote, examinado Maestro de Cirugía y Medicina a quien recibí juramento que hizo por Dios Nuestro Señor y la señal de la Santa Cruz, a cuyo cargo prometió decir verdad en lo que fuere preguntado y siéndolo; qué accidente tiene? Dicho preso? Después de haberlo pulsado lo metió a un aposento desnudo; y registró; y vistió y reconocido = Dijo que lo que tiene es estar molido y a lo que parece ser golpes contusos; por haber reconocido en los omóplatos una cicatriz del porte de Medio Real, que señala ser remate de algún golpe, y que estrujándole muslos, brazos, y las partes del cuerpo en donde podía haber recibido los golpes declaró el mismo (...) estar aquejado y dolorido de las mismas partes que dicho Maestro declara; de donde infiere ser golpes recibidos y ejecutados por otra mano; y que no le halla indicación de haber tenido otro accidente epidemioso, y que esta es la verdad so cargo del juramento que dicho tiene y siéndole leído en él se afirmó y ratificó y declaró ser de edad de cincuenta años que no le [...] los generales y lo firmó conmigo y los testigos de mi asistencia, actuando en la forma dicha. Cristóbal Rodríguez Portugal y Francisco Muñoz de la Barra.
En este mismo año ocurre otro suceso relacionado con el cirujano Juan Navarrete Argote como nos da cuenta el profesor Alejandro Topete del Valle, cronista de Aguascalientes, de la siguiente manera: Don Juan de Navarrete Argote, venía atendiendo a una niña, hija de la mulata Juan de Hermosillo, esclava de don Manuel Alejandro Barragán, y tal día como el 12 de julio de 1729, al pasar la dicha esclava por frente de la casa de Nicolasa de Bustos, salió el Cirujano Navarrete y le preguntó que cómo seguía, o que cómo le iba a la niña y a ello respondió la mulata, diciendo, según algunos testigos, "que le iba mal" y según otros testimonios, "que cómo le había de ir con sus medicamentos de porquería", a lo que indignado replicó el Cirujano: "Pues cómo no has avisado, pendexa”. Enojada la esclava con tal epíteto, dijo al de Navarrete-. "Ni como por cuenta de usted, ni le gano ningún salario para que me trate mal", lo que fue suficiente para que nuestro Maestro Cirujano, enfurecido y gritándole a grandes voces: "Ah, p...”. Propinara un empellón y golpe a la esclava, que rodó por los suelos, no sin que la airada mulata le dijese: "que no lo había de hacer con un hombre, que no faltaría quien le quebrara los cuernos..." Y aunque el dueño de la esclava había presentado querella de tales golpes, el chusco incidente concluyó sobreseído, por perdón de la ofensa.
La última noticia que hasta ahora tenemos del cirujano Juan de Navarrete Argote en la villa de Aguascalientes data del 18 de octubre del mismo año de 1729.
English traslation.
Juan de Navarrete Argote. (Ca. 1679 -) Xavier A. López y de la Peña.
The first news we know this Spanish personage, in the town of Aguascalientes, dated between 1705 and 1706 in which several people (Fabiana Gallardo, Nicolasa Mudarra Cortés and others) Give Power Letters to meet both civil and criminal matters, as for lawsuits and collections. The January 26, 1707 he obtained the title of Constable of the town in the amount of 350 pesos, the auction price that made this title, for the waiver to do the same, don Juan de la Cueva. Juan Navarrete Argote married María Cortés de Ayala and had a son Venancio Nicholas, Spanish, was baptized on April 9, 1707 being his godparents, Captain (herein know he had a military rank) Don Juan de Navarrete Argote, Constable of Aguascalientes and Fabiana Garcia Loera. Later, on October 16, 1709, Captain Juan de Navarrete Argote resignation as Constable of the town saying "be patient ailments" as stated in the following document: M.P.S. Captain Don Juan de Navarrete Argote, Constable of this Villa. He said I have been practicing another profession [the surgeon, as we note below] under (...) grave was dispatched and because I can not in front to serve (...) for just causes (.. .) in whose care in a way that best place to have this, bring him resignation and I put it in the hands of VA so that he may cease to send (...) and benefit them and (...) by the grace of your royal treasury, whether by judgment of two-thirds (...) VA send the person at the auction is delivered unto me the (...) what fact far as this Royal Treasury, for the pains of finding myself very sick enough that I suffer not give me a place to exercise, so which beg VA I admit this waiver I do as you see fit, and the notary public attest meet the grantor so awarded and signed in this Villa of Our Lady of the Assumption of Aguascalientes to October 16 in 1700 and nine years. Don Baltasar de Aguilera, Jose Navarrete Xavier Gallardo Carlos Argote and her neighbors. Before me. Salvador Cervantes Delgado. Notary Public of the Villa. Having been widowed, remarried with Ynés Ruiz de Esparza on December 27, 1710, as recorded in the records of the Sagrario Metropolitano de Aguascalientes. Later on March 7, 1729, Juan de Navarrete Argote, is identified and as discussed Master of Surgery and Medicine, aged 50 years, so his date of birth must have been close to the year 1679, according to next document in participating as forensic expert in a criminal trial and it says: In the town of Aguascalientes on March 7 of 1729 years old, said Chief Justice in view of the proceedings for me executed and said that such inmate has been sick with "tabardillo", which says be convalescing, I appear before me Don Juan de Navarrete Argote, examined Master of Surgery and Medicine who received oath made by Our Lord and the sign of the Holy Cross, in charge promised to tell the truth in whatever asked and so; what is accident? This prisoner? After having put it down to a bare room; and recorded; and dressed and recognized = He said he has is to be milled and what appears to be blunt force; for recognizing a scar on the shoulder blades of the size of Half Real, which points be scored from a blow, and squeezing thighs, arms, and body parts where the blows could have been told the same (...) be suffering and pain of the same parts that the Master says; be inferred where beatings and executed by another hand; and found no indication of him having another epidemioso accident, and that this is the truth so the oath he has said and having being read therein stated and confirmed and declared to be fifty years old will not [... ] general and signed me and my attendance of witnesses, acting in this way. Portugal and Francisco Rodríguez Cristóbal Muñoz de la Barra. Don Juan de Navarrete Argote, came in response to a child, the mulatto daughter: In the same year another event related to the surgeon Juan Navarrete Argote as we realize Professor Alejandro Topete Valley, chronicler of Aguascalientes, occurs as follows Juan Hermosillo, slave of Don Manuel Alejandro Barragan, and such a day as the July 12, 1729, the said slave passing by the front of the house Nicolasa de Bustos, Surgeon Navarrete came and asked him how he was, or how he was the girl and why you answered the mulatto, saying, according to witnesses, "that was it bad" and according to other testimony, "that how he had to go with your medications crap", to which outraged replied the surgeon "Well how did you not warned, pendexa" Angry slave with that epithet, said to Navarrete. "I Not eat at your expense, and have not a salary from you to treat me bad", this was enough for our Master Surgeon, make angry and shouting loudly: "Oh, p ...". And gave her a great push which she rolled to the floor, then, with angry the mulatto slave tell him "He was not to do with a man who many would bankrupt him horns ..." And although the slave owner had lodged a complaint of such blows, the droll incident concluded dismissed, for forgiveness of the offense. The last news we have so far surgeon Juan Navarrete Argote in the town of Aguascalientes dated 18 October of the same year, 1729.

lunes, 9 de junio de 2014

Provisiones médicas de los conquistadores. Siglo XVI.

Del libro Milicia y descripción de las Indias que el soldado y capitán español, Bernardo de Vargas Machuca (1555-1623), participante en varias campañas en América, publicara en Madrid, España, en 1599, se registran los siguientes datos:
Xavier A. López y de la Peña.
Para la integración de la milicia, el buen caudillo se debe guardar no llevar gente enferma y conocidamente bubosa…[ni] de recibir hombres gordos y torpes. No menos cuidado debe tener el caudillo en la prevención de las medicinas y cirujano para las curas de sus soldados en las enfermedades y heridas que en las tales jornadas por momentos sucede, que con el cuidado y buena prevención se ataja todo mal y riesgo.
Cuanto a lo primero, llevará el cirujano algunas purgas leves, como son, Mechoacan, aceite de higuerilla y otras yerbas y raíces conocidas para tal efecto: llevará flor de manzanilla, tabaco, azúcar, anime: llevará solimán crudo, cardenillo y yerba de bubas, bálsamo, alumbre, diaquilón, sebo, bencenuco, azufre, piedra de Buga, piedra bezar, caraña, ungüento blanco, atriarca, y su estuche con todo recado; de las cuales cosas debe usar con el menos compuesto que pudiere, porque han de ser curas breves por la poca comodidad que para ello tendrán y para aplicar las medicinas convenientes, diré las enfermedades que más de ordinario sobrevienen en tales jornadas.
Primeramente heridas de yerba y sin ella, resfriados, fiebres, llagas, cámaras, hinchazones, picaduras de rayas, fuego, yerbas ponzoñosas en la comida, empeines, dolor de hijada, mal de ojos, dolor de oídos, dolores de cabeza, dolores en el cuerpo, bazo, mal de muelas, apretamiento de pecho, la del monte. Ya que se han dicho estas enfermedades, será bien que el cirujano con mucha diligenmcia, o la persona que lo hubiere de hacer, les aplique el remedio aquí referido.
Si fuere herida de yerba, lo mejor y más seguro es cortar toda la carne que comprendió la herida; y advierta que esta cura ha de ser con la mayor presteza que posible fuere; y para esto, suelen los caudillos que son diestros, mandar al cirujano traer de ordinario en la faltriquera un anzuelo y una navaja, para con el anzuelo alzar la carne y con la navaja cortarla, como es justo se haga, advirtiendo en no conrtar los nervios los cuales después de descarnados, si la herida entre ellos cayere, se raerán con la uña y limpiarán luego para que no queden inficionados de la yerba, que estos saben bien hacer los indios amigos. Y para esta cura llevará hecha una masa de harina de maíz tostado y de pólvora, sal y ceniza y carbón: y de esta masa, conforme al hueco de la herida, hará una pelota y la meterá dentro y vendará, que por mucha sangre que salga de (las) venas que le hubieren cortado, cabecearán y estancará luego la sangre: y si debajo de esta pelota y masa metiere otra pequeña de sebo y solimán crudo, hechando las cuatro partes de sebo, de todo punto se acetará la cura, prque la una restringe la sangre y la otra mata el veneno que por la misma vía que camina la yerba, el solimán mezclado con el sebo sigue con tanta y mayor violencia y la alcanza y mata: y reparado con esta cura advertirá a darle la triaca, y si faltare es bueno el zumo del bencenuco: también es escogida triaca, una almeja de río molida y desleída en agua o chicha: también es bueno el zumo de cogollos de guamas. El Ambire de Santa Marta es escogida cosa, con que sea cosa poca lo que se bebiere, porque es grande su fortaleza. Todas estas cosas son admirables contra las yerbas y también lo es el zumo de la raíz del cordoncillo; y cuando todo faltare, remítanse a la triaca ordinaria que es aprobada. Advertirán así ismo que el herido no beba gota de agua, porque degüella, y de tal manera, que estando bebiendo suelen expirar, y para reparar la sed le darán unas mazamorras de harina de maíz muy ralas, que se dicen poledas, que éstas sirven de bebida y comida, y que no coma otra cosa en más tiempo de veinte días. También le darán algunos buenos olores para la retentiva del cremento del culebro. La piedra bezar es buena y si la hubiere usará de ella. Y adviértase que si no hay esta cuenta con el herido, morirá rabiando.
En la prevención de bastimentos, llevarán harina de maíz tostado… tocinos, quesos, ajos y no olviden la sal… y sobre este matalotaje, que es el principal, llevará el caudillo alguna conserva para enfermos, como es carne de guayaba, que es buena para las cámaras; también azúcar.
El caudillo mire bien que por su culpa no se pierda ningún soldado, porque será notado de hombre negligente y poco cuidadoso. Y advierta que tenga siempre nombrados soldados sobresalientes para que acudan a las necesidades y para que no falte munición y socorro a los de guazavara; y para esto tenga personas de cuenta. Ordenará que los heridos se retiren al Real o a la parte donde estuviere señalado, con cuidado de que sean curadas las heridas conforme queda dicho; y si fuere campo formado, refresquen con gente el lugar de los heridos.

lunes, 5 de mayo de 2014

El farmacéutico José María Nemecio López de Nava Rincón Gallardo.

Un farmacéutico bien preparado en Aguascalientes del siglo XIX.
Xavier A. López y de la Peña.
El Sr. Farmacéutico, José María [Nemecio] López de Nava [Rincón] Gallardo, con actividad relacionada con su profesión cuando menos desde 1835, falleció en la ciudad de Aguascalientes el día 27 de febrero de 1862 a los 68 años de edad. Sus padres fueron el señor José Miguel López de Nava y la señora María Rafaela Secundina Rincón Gallardo. Ocupó interinamente el puesto de Gobernador del Estado en varias ocasiones: del 3 de noviembre de 1841 a abril de 1842; del 9 de junio de 1857 a abril de 1858; y de mayo de 1858 a enero de 1859.
Tuvo una Botica ubicada en la Plaza de Armas esquina con la calle de la Cárcel (hoy calle de Colón, en donde actualmente está el Palacio de Gobierno Municipal), muy bien surtida y, como muestra de la capacidad y preparación del señor farmacéutico, José María Nemecio López de Nava Rincón Gallardo, listamos a continuación los libros que poseía en dicha Botica. Entre paréntesis anotamos algunos posibles datos complementarios de las referidas obras:
• Diccionario Calepino [Diccionario Latino], 2 tomos en folio.
• Palestra Farmacéutica [Químico-Galénica] por Palacios [Félix Palacios y Bayá, Ed. 1792. Madrid, España.], 1 tomo.
• Florilegio Medicinal [de todas las enfermedades] [Juan de Esteyneffer. Madrid, España. 1790], 1 tomo en 8º.
• Farmacopea [Extemporánea] de [Thomas] Fuller, [1a. ed. Londres. 1701. Es posible que hubiera una traducción ulterior al castellano] 1 tomo.
• Observaciones sobre el pulso [Francisco Solano de Luque. Imprenta Real, Madrid, España. 1787], 1 tomo.
• [Triunfo de la ] Medicina [curativa sobre la paliativa] de M. Leroy, [Fray Juan Joseph Matraya y Ricci, 1825], 1 tomo.
• Filosofía de Linneo [Philosophia botanica (1751)], 1 tomo.
• Cólera epidémico, 1 tomo.
• Elementos de Química por [J. A.] Chapatal [Madrid, España. 1795], 4 tomos.
• Tratado de Tabardillo [Instrucción curativa de las calenturas conocidas vulgarmente con el nombre de Tabardillo] por [Joseph] Amar [y Arguedas. Madrid 1775], 1 tomo.
• Farmacopea de la Armada [Formulario de medicina. Autor: Leandro de Vega. Madrid, España. 1759], 1 tomo.
• Enfermedades de Gota por Warthes, 1 tomo en 8º.
• [Principios o elementos de] Materia Médica [para el uso de los que empiezan la práctica de la medicina] por [Máximo Antonio] Blasco [y Jorro. Valencia, España. 1800.], 1 tomo.
• Sistema físico y moral de la mujer,[Pierre Roussel. -Traducción de Cayetano Lanuza. Imp. Viuda de Jordán e hijos, España. 1846], 1 tomo.
• Conocimientos del temperamento, 1 tomo.
• Nomenclatura Química por [Pedro] Gutiérrez [Bueno], [Imprenta de Sancha. Madrid, España. 1801], 1 tomo en 8º.
• Tratado de sistemas por Colonier, 1 tomo.
• El arcano de la quina, [José Celestino Mutis. Madrid, España. 1828], manuscrito.
• Farmacopea mejicana, [Academia Farmacéutica. México 1846], 1 tomo.
• Farmacopea Matritensis, [Real Tribunal del Protomedicato. Colegio de Boticarios. Madrid, 1762], 1 tomo.
• Farmacopea Española, [Hispana], [Real Tribunal del Protomedicato. Colegio de Boticarios, Madrid, España. 1794], 3 tomos (ejemplares).
• Farmacología Quirúrgica [o ciencia de medicamentos externos e internos para las enfermedades de Cirugía] por [Joseph Jacobo von Plenck. 1797], Plenck, 1 tomo.
• Curso [Teórico-práctico de operaciones] de Cirugía por [Diego] Velasco [y Francisco Villaverde. Madrid, España. 1788], 1 tomo.
• Farmacopea Universal por [Antoine Jacques Louis] Jourdan,[Traducción de Juan Gualberto Avilés y Justo Aceñero. Ramón Verges. 1829], 4 tomos.
• Descripción de las Plantas, [Antonio Joseph Cabanilles. Madrid, España. 1827], 1 tomo.
• Elementos de Química por […].
• Química por […] 2 tomos.
• Elementos de Química [médica con aplicación a la farmacia y a las artes] por [Mateo Pedro]. Orfila, [Madrid, España. 1818] 2 tomos.
• Toxicología, tratado de venenos [y sus antídotos. Joseph Jacobo Plenck. Madrid, España. 1818.], 1 tomo.
• Manual de Crospail, 1 tomo.
• Curso de Farmacia por […], 2 tomos.
• Sistema de [los] vegetales [o resumen de la parte práctica de botánica] por [Carlos] Linneo, [Madrid 1788], 1 tomo.
• [Tratado elemental de] Química por Lavoisier. [Traducido por Juan Manuel Munarriz. Madrid, España. 1798].
• [Manual del farmacéutico o compendio elemental de] Farmacia por [A.] Chevallier [y P., Madrid, España. 1827], 2 tomos.
• Formulario Farmacéutico, 1 tomo.
• Diccionario de medicina, cirugía. 1 tomo.
• Formulario [Médico-Farmacéutico] de [F.] Foy, [1845], 1 tomo.
• Tratado [sobre la destilación] de destilaciones por Falasi [D. Pallais. Imp. de Cabrerizo. Valencia, España. 1838], 1 tomo.
• Formularios Carbollet, 2 tomos.
• Formulario [para la preparación y uso de varios medicamentos nuevos], de [F.] Magendie, [Traducción de José Luis Casaseca. Madrid, España. 1827.], 2 libros.

jueves, 24 de abril de 2014

El excepcional cirujano Norman Bethune.

NORMAN BETHUNE: UN CIRUJANO COMPROMETIDO.
Luis Muñoz Fernández.
Henry Norman Bethune nació el 4 de marzo de 1890 en Gravenhurst, Ontario, Canadá. Hijo de un pastor presbiteriano, al crecer encontró insoportables las reglas morales de su padre y se distanció de él. Tras una temporada en la que trabajó como leñador y maestro de inglés de sus compañeros en los bosques madereros del norte de Ontario y siguiendo el ejemplo de su abuelo paterno, se inscribió en la Facultad de Medicina de la Universidad de Toronto en 1912. Al estallar la Primera Guerra Mundial, se enroló como voluntario y participó como camillero. En Yprès, Bélgica, fue herido de metralla en una pierna y trasladado a Inglaterra para su recuperación. Regresó a Toronto y, tras una serie de cursos intensivos, se graduó como médico en 1916. Un año después, volvió a enrolarse como cirujano naval. Durante la pandemia de 1918, enfermó de influenza.
Tras una breve temporada en Ontario, regresó a Inglaterra. Tanto en Londres como en Edimburgo, llevó una vida placentera dedicada a compra y venta de obras de arte, dando rienda suelta a su pasión artística. En 1922, fue elegido miembro del Real Colegio de Cirujanos de Edimburgo, Escocia. Un año después, se casó como Frances Eleanor Campbell Penney, de la que se divorció en dos ocasiones, la última de manera definitiva. No tuvieron descendencia.
En 1924, se estableció en Detroit, Michigan, para practicar la cirugía. Si bien en un principio tuvo poca clientela, llegó a ser el cirujano de referencia de aquella ciudad, aunque nunca se sintió plenamente satisfecho con la práctica privada de la profesión. En 1926, se le diagnosticó tuberculosis pulmonar, por lo que decidió internarse en el afamado Sanatorio Trudeau, junto al Lago Saranac, en la región boscosa de Adirondack, Nueva York. Tras leer sobre las bondades del neumotórax para el tratamiento de la tuberculosis, se sometió a este procedimiento con muy buenos resultados. En diciembre de 1927, fue considerado curado y dado de alta. A partir de 1928, desarrolló una carrera fructífera como cirujano en Montreal, Canadá. Fue nombrado Jefe de Cirugía Pulmonar en el Hospital del Sagrado Corazón en Cartierville, Montreal. Desarrolló diversos instrumentos para mejorar la cirugía torácica y fue pionero en el uso de larvas de mosca para tratar los procesos piógenos crónicos. En 1935, fue nombrado Miembro del Consejo de la Asociación Americana de Cirugía del Tórax. Con un marcado interés por la medicina socializada inexistente en aquel entonces, organizó el Grupo para la Seguridad de la Salud Pública de Montreal y se afilió al Partido Comunista de Canadá.
En octubre de 1936, se trasladó a España con el propósito de organizar el Servicio Canadiense de Transfusión Sanguínea (el primero en su tipo) para auxiliar a las tropas republicanas en la Guerra Civil Española. Al enterarse del éxodo de miles de habitantes de Málaga, que huían de las tropas franquistas hacia Almería, haciendo una travesía a pie de 200 km bajo el bombardeo de los aviones y el cañoneo de los barcos del General Franco y sus aliados alemanes e italianos, no dudó en poner su vehículo a la disposición de los que trataban de escapar para acelerar su traslado y ponerlos a salvo. Con sus acciones salvó a miles de seres humanos durante aquella sangrienta contienda. Tras regresar a Canadá en junio de 1937, siguió recolectando fondos a favor de la República Española.
En enero de 1938, viajó a China para unirse como médico al ejército de Mao Zedong, que en aquellos momentos se encontraba en guerra contra las tropas japonesas que habían invadido aquel país. A pesar de enfrentar carencias inimaginables, Norman Bethune organizó el sistema sanitario del ejército chino. Aunque sólo se reunió con Mao en una ocasión, el líder chino lo consideró un ejemplo de la solidaridad comunista internacional, escribió un ensayo titulado “En memoria de Norman Bethune”, convirtiéndolo en un ejemplo a seguir para sus conciudadanos. Tras infectarse operando a uno de sus pacientes, Norman Bethune falleció por septicemia el 12 de noviembre de 1939. Por órdenes de Mao Zedong, sus restos reposan desde entonces en el Mausoleo de los Mártires Revolucionarios en Shijiazhuang.
Cuando arribó al Extremo Oriente y le preguntaron por su nombre, los chinos, que no entendieron bien el inglés, prefirieron llamarlo Pai Chu, que significa “el extranjero blanco enviado para salvar”.

miércoles, 2 de abril de 2014

Causas de defunción en Aguascalientes: Siglo XVII.

De acuerdo a los registros en los Libros 1º. y 2º de Defunciones, resguardados por el Archivo de la Mitra de Aguascalientes, Ags., México, se da cuenta de algunos de ellos como ejemplo de la manera en que se registraban las causas de la muerte en el siglo XVII en la entidad.
Xavier A. López y de la Peña.
• En mayo de 1620, Juana de Medina. “Murió de parto”. • En 29 de noviembre de 1620 años enterré a un negro Sebastian, esclavo de la Ciénega de Mata, murió de una picadura de víbora y no confesó ni recibió la extrema unción... • El 16 de diciembre de 1620 enterré a Domingo...murió de pasmo. • El 16 de diciembre de 1620 enterré a Miguel esclavo... murió de virguelas y tabardillo. • Febrero de 1634, María de Espinoza “de parto”. • Junio 1638, Clemente, indio. “de una estocada”. • Julio 1639, Joseph de Araiza, “de repente”. • Diciembre 1640, Juliana, india, “de repente de mal oculto acancerado”. • Septiembre 1641, Nicolás, mulato. “ahogado”. • Junio 1642, Juana de Montoro. “de parto”. • Junio 1642, Andrés Flores, indio. “lucinado”. • Junio 1642, Joseph Valadéz. “una caída de una yegua de que perdió el habla”. • Febrero 1643, Baltazar, indio. “de unas lanzadas”. • Diciembre 1643, Isabel, india. “de parto”. • Marzo 1645, Isabel, india. “de repente de parto”. • Septiembre 1645, María de la Cruz, mulata. “repentinamente”. • Noviembre 1645, Damián, indio. “amaneció muerto”. • Enero 1646, Juan Manuel, mulato. “de repente de una apostema”. • Enero 1646, Tomás, indio. “de una apostema”. • Marzo 1646, Nicolás, indio. “caída de un caballo”. • Mayo 1646, Miguel Hernández, indio. “de repente de una apostema”. • Junio 1646, Antonia de Cáseres. “de parto”. • Mayo 1647, María Lozano, española. “de repente de una apoplexia”. • Septiembre 1649, Falleció repentinamente Pedro Macías Balades, español, marido de Luisa de Villegas, española… porque se cayó muerto, no testó”. • Enero 1650, Juan Bautista, indio. “haber muerto andando”. • Diciembre de 1651, “Catalina, doncella española, nieta de Juan de Montoro, difunto, murió de repente. Murió en casa de Juan de Araisa, vecino de esta villa. • Agosto de 1656, “Christobal de Salinas, español, soltero… murió de apoplexia.” • Agosto de 1657, “Joseph de Araujo, español, natural de Lagos… porque murió de una caída instantánea.” • Maro de 1664, “Miguel López de Lizaldi, español de esta villa, no testó porque murió de apopleguria.” • Febrero 1668, Melchora de los Reyes, india. “de asma”. • Enero 1670, “Catalina de Huerta, española, mujer que fue de Alonso de Avila, vecinos de esta villa, murió de tabardillo. Hizo testamento o memoria, su albacea doña María de Quijas”. • Noviembre 1671, Pedro Echerreaga, español. “tosiendo se le reventó una vena”. • Septiembre de 1674, “Nicolasa, española, hija legítima de Francisco Gomes y María González de Huerta, ya difunta. Murió su madre de parto.” • Julio de 1685, “Bartolomé de Aspitia, marido de Juana González… murió loco.”

lunes, 10 de marzo de 2014

Algo de medicina en la vecina Nochistlán.

En la Relación del siglo XVI sobre Nuchistlán (comunidad situada en línea recta a 81 Km de Aguascalientes) hecha por Francisco de Plaza, alcalde mayor por su Majestad de las minas de Tepeque y valle de Xuchipila, se esbozan algunas prácticas médicas de la región, y lo refiere de la siguiente manera:
Xavier A. López y de la Peña
“... Nuchistlán, es llamada así, porque es tierra donde se dan “muchas tunas y tiene este dicho pueblo ...doscientos cincuenta y dos tributarios; y, antes de que se conquistaran, había más de cuatro mil indios y, después de la rebelión, como se alzaron, los hacían esclavos y mataron muchos. Y, después acá, hubo pestilencia de viruelas, en que murieron muchos; y habrá ocho años, poco más o menos, que, de otra peste que les dio, murieron, de tres partes, las dos. Y, desta manera han venido en disminución hasta el dicho número”.
“Tenían estos dichos indios por costumbre encerrarse en una casa, y tomar un poco de piciete y sahumarse con él (que es una yerba que embriaga) dende prima noche, y estaban en la dicha casa suspensos hasta la media noche, que no bullía nadie. Y, luego, se salían de aquella casa que se iban, poco a poco, a bañarse a un charco o río que fuese muy hondo y, en el camino hablaban con el Demonio, y este les decía lo que había de hacer, y si había de ser valiente o no. Y, si le decía que había de ser valiente, llegaba al agua y tomaba con las dos manos un golpe de agua y se lavaba la cara, y se volvía luego a su casa muy contento. Y, si no le decía nada el dicho Demonio, llegaba al río y se bañaba, y lo cruzaba dos veces bañándose, y luego se salía y se volvía a su casa. Y tenían, ansimismo, un ídolo de piedra en quien adoraban, y, ansimismo por él, les decía el Demonio lo que habían de hacer. Y tenían, ansimismo, un ídolo de piedra en quien adoraban, y, [apa]recía también el Demonio en figura de mujer médica, que les curaba sus enfermedades y les decía cuando habían de morir o sanar”.
Y dijeron que, antiguamente vivían mucho, hasta que se quedaban corcovados de viejos y, enhestándose, se quebraban y morían; y que tenían por médico a el dicho Demonio, y que se les aparecía en figura de mujer y les decía el mal que tenían, y si habían de morir de él o no”.
Y que “este dicho pueblo es tierra fría y sana y de buen temple, y, cuando les dan algunas enfermedades a los indios dél, son paperas, dolor de costado y les sale sangre de las narices. Y, para esto, tienen por remedio ponerse, donde les duele, algunas raíces y las beben, y ocotzótl, que po otro nombre se llama “trementina”, y otras raíces y yerbas que ellos tienen y conocen, y estas son sus medicinas”.
“Hay... unos árboles que se dicen mezquites... y otros que se dicen magueyes, que tienen los naturales, los cuales son de muy grande aprovechamiento: son tenidos en mucho, porque de ellos se visten y comen, y sacan miel y vino y vinagre y cáñamo, y curan con él heridas y otras enfermedades, y les sirve de otros muchos efectos”.
Y tienen “muchas raíces y yerbas medicinales con que se curan, y, principalmente, con el dicho árbol de maguey”.

viernes, 7 de febrero de 2014

Salud e higiene entre los chichimecas. 1575.

Algunas costumbres chichimecas.
Xavier A. López y de la Peña.
Fray Guillermo de Santa María, O.S.A., en su obra Guerra de los Chichimecas, 1575 refiere que:
“Crían sus hijos con harto trabajo, porque como no tienen casa y andan de unas partes en otras, muchas veces les acontece parir caminando, y aun con las pares colgando y corriendo sangre caminan, como si fuesen alguna oveja o vaca. Lavan luego sus hijos, y si no tienen agua, los limpian con unas hierbas. No tienen otro regalo que darles más que la propia leche, ni los envuelven en mantillas, porque no las tienen ni cuna ni casa donde se abriguen, sino una mata o peña, y con toda esta aspereza viven y se crían.
Su comida es frutas y raíces silvestres. No siembran ni cogen ningún género de legumbre ni tienen ningún árbol cultivado. De las frutas que más usan son tunas, y ahylas de muchas maneras y colores y algunas muy buenas. También comen la fruta de otro árbol, que acá llamamos mezquite, que es un árbol silvestre bien conocido, que lleva unas vainas como algarrobas, las cuales comen y hacen pan para guardar y comer cuando se acaba la fruta. Tienen otra fruta que llamamos dátiles, que puesto que las plamas que los llevan ni los dátiles sean como los nuestros, que por parecerse a ellos y por similitud los llamamos ansí. De las raíces que comen unas son a semejanza de batatas o yuca, otras son las mismas o propias a las que en lengua mexicana llaman cimatles. El maguey les es grande ayuda y mantenimiento, porque nunca les falta y de él se aprovechan en todo lo que los demás de la Nueva España, excepto en no hacer ropa de él, pero comen las hojas y raíz cocidas en hornillo que acá llaman mizcale, y es buena comida, y hacen vino de él, que beben, y ansí todas las raíces dichas comen cocidas en hornillo, porque crudas no se pueden comer. Y lo más común es mantenerse de caza, porque todos los días la suelen buscar. Matan liebres, que aun corriendo las enclavan con los arcos, y venados y aves y otras chucherías que andan por el campo, que hasta los ratones no perdonan. También algunos alcanzan pescado, y los pescan con la flecha, y otros los toman en cañales y nasas, y algunos a zambullidas nadando. Si acaece matar algún venado, ha de ir la mujer por él, que él no le ha de traer a cuestas. Y ansí tienen cuidado las mujeres de coger estas frutas y raíces y de aderezarlas y guisarlas cuando ello vuelven de caza.
Tienen sus brebajes que beben, porque hasta hoy no se ha hallado nación que se contente con beber sola agua. Los mexicanos tienen sólo el que sacan del maguey. Estos tienen el mismo, y otro que hacen de las tunas y otro del mezquite, por manera que tienen tres diferencias de vinos, con los cuales se emborrachan muy a menudo, que lo son por todo extremo borrachos. Ninguna vasija tienen de barro ni palo, sólo tienen unas que hacen de hilo tan tejido y apretado que basta a detener el agua, donde hacen el vino, y son algunas tan grandes como una canasta. Y por la experiencia que tienen del daño que les sucede en las borracheras, tienen ya de costumbre que, en emborrachándose, se apartan las mujeres de ellos y les esconden los arcos y flechas, y, según he sabido, nunca todos juntos se emborrachan, que siempre dejan quien vele y mire por ellos, porque no los tomen borrachos descuidados y los prendan o maten.
Andan in puris naturalibus. Las mujeres traen fajados unos cueros de venados, lo demás desnudo. Entre sí no tienen verguenza de verse desnudos y ansí no admiten ropa.

miércoles, 15 de enero de 2014

Boticario y médico práctico. Asientos, Aguascalientes, 1724.

Don Miguel de Talavera, boticario y médico práctico. 1724.
Xavier A. López y de la Peña.
En 1712 se tramitó ante la Audiencia de Guadalajara una merced para dotar de fundo al nuevo real y construir una población más arreglada con el nombre de Real de Minas de Nuestra Señora de Belén de los Asientos de Ibarra. Doce años después, el 20 de julio de 1724, Diego García Rodríguez, en representación de varios vecinos del Real de Nuestra Señora de Belén de los Asientos, hace contrato de iguala de 1000 pesos anuales por los servicios del boticario y médico práctico, Miguel de Talavera, vecino de la ciudad de Zacatecas.
“Sea notorio a los que la presente carta vieren como yo, don Diego García Rodríguez en nombre y con poder general que tengo de don Juan Ignacio de Larrañaga; don Gerónimo Antonio de la Puebla Rubín de León; don Hilario González; don Alonso del Río; don Manuel Morquecho; don Faustino Mejía; don José Sánchez; don Antonio Serrano el mozo; mineros unos mercaderes otros. Y el dicho Manuel Morquecho criador de ganados en la Jurisdicción de Pinos de este Real de Ntra. Sra. de Belén de los Asientos, decimos que por cuanto hemos considerado que una república como esta que se compone de numerosa vecindad y mucha parte de ella de personas de esfera y graduación por lo cual siendo como es cosa formidable que en ella se carezca de Médico corporal que alivie las enfermedades que puedan acaecer de las muchas que está sujeta nuestra naturaleza, en un acuerdo resolvimos y determinamos para el complemento de esta nuestra república consignar persona de nuestra satisfacción con el fin de libertarnos en los accidentes que puedan ofrecerse, poniendo el pronto remedio con la eficacia necesaria, y porque esta la tenemos de don Miguel de Talavera, vecino de la ciudad de Zacatecas, maestro en el Arte boticario examinado y aprobado por el Real Tribunal del Protomedicato, en quien al mismo tiempo concurre mucha experiencia y práctica en la facultad de la medicina la que ha ejercido con acierto así en este Real como en la ciudad de Zacatecas y otras muchas partes del Reino de que estamos servidos, como también del conocimiento que tiene del pulso y orina, base fundamental para el acierto de los muchos enfermos que ha asistido, concursado hecho y voluntad con que le miramos le propusimos darle un mil pesos en cada un año por razón de iguala, siendo en contado los seiscientos y veinticinco y la restante cantidad para el tiempo que se consignará abajo, y con la condición expresa de que debe venirse a vivir y avecindarse en este dicho Real y las demás que entre nosotros tenemos capitulado; y por cuanto está ajustado el contrato y nos ha pedido le otorguemos escritura en forma para ser seguro hacerlo y estando como estamos ciertos de nuestros deseos y de los que en este caso nos tocan y pertenecen por la presente carta, otorgamos y conocemos que nos obligamos a guardar y cumplir las condiciones siguientes: la primera que yo, don Diego García Rodríguez como tal apoderado del dicho don Juan Hilario de Larrañaga he de dar por este año capitulado a doscientos pesos de oro común entregados en contado = don Gerónimo Antonio de la Puebla ciento y cincuenta, en contado los ciento y los cincuenta para el fin de año; don Hilario González ciento y cincuenta, los ciento en contado y los cincuenta a fin de año; don Alonso del Río cien pesos, los cincuenta en contado y los cincuenta al fin de año; don Manuel Morquecho cien pesos, los cincuenta en contado y los cincuenta al fin de año; don Manuel de la Fuente y Monroy cincuenta pesos en contado; don Sebastián de Vargas setenta y cinco pesos, los veinticinco en contado y los cincuenta al fin de año; don José Faustino Mejía cincuenta pesos, los veinticinco de contado y los demás al fin de año; don José Sánchez cincuenta pesos, la mitad en contado y la otra al fin de año y, don Antonio Serrano veinticinco pesos para el fin de año = Y a que es condición que los medicamentos y botica que fuere necesaria y se gastare en curarnos a nosotros, a nuestros hijos y familia hemos de ser obligados a pagársela por ser como es independiente del trato y capitulación que tenemos celebrado con el susodicho e independiente de la iguala = Y a condición que si antes de cumplido el año y de que se devengue la porción que cada uno de nosotros le tenemos dada porque Dios Nuestro Señor así lo permita falleciere el dicho don Miguel de Talavera, le perdonamos y remitimos la porción que fuere sin que sean obligados sus herederos a pagárnosla, ni nosotros tengamos derecho a pedírsela = Cuyas condiciones estamos de entera parte para su observancia y las que el dicho don Miguel ha de guardarnos son las que se dirán = La primera que conste al dicho es de ser obligado a vivir todo el año en este Real asistiéndonos en las enfermedades que Nuestro Señor fuere servido de enviarnos, ahora sea curándolas o reparándolas en el modo conveniente según arte y conciencia = Y a condición que estando alguno de nosotros, nuestras mujeres, hijos y familia enfermos de peligro no ha de poder salir ni hacer ausencia de este Real para ninguna parte aunque sea muy cercana a él, de suerte que en no siendo así podrá salir si se le ofreciere o lo llamaren a cualquiera parte debajo del supuesto de que no sea por largo tiempo = Y es condición que el dicho don Miguel a de tener botica en este Real para proveernos de lo necesario = Con declaración de que lo que se dice familia e hijos, se entiende con los que se tuvieren de puertas adentro y dentro del Real en donde los ha de curar, y no fuera aunque se ofrezca por accidente acaecerles = Cuyas condiciones en el modo expresadas nos obligamos unos y otros otorgantes a guardar y cumplir precisa y puntualmente. Sin ya ni venir contra ellas en manera alguna ni en ningún tipo para lo cual los primeros otorgantes entregamos al dicho don Miguel de Talavera los seiscientos y veinticinco pesos que en contado le tenemos ofrecido, obligándonos en toda forma a la restante cantidad que cada uno debe para pagársela de la fecha de esta en un año que es cuando comienza a correr el capítulo, haciéndolo sin pleito ni contradicción alguna = Yo, el dicho don Miguel de Talavera de tras haber recibido la cantidad expresada según que se contiene y de las personas que se enuncian de la que me doy por contento y entregado a mi voluntad, y obre que renuncio la excepción de pecunia ley es del no entrego prueba y pago del restante como se contiene, y a su cumplimiento de lo aquí contenido todos los otorgantes nos obligamos con nuestras personas y bienes habidos y por haber, y damos poder a todos los jueces y justicias de S. Mayorazgo para que a ello nos apremien y compelan por todo el rigor de derecho y vía ejecutiva, y como por sentencia pasada en cosa juzgada convertida, renunciamos las leyes de nuestro favor y en general del derecho en forma en cuyo testimonio así lo otorgamos y firmamos = Y yo, el Escribano [Baltazar de Aguilera Escribano Público y del Cabildo de esta Villa de Aguas Calientes], doy fe que conozco a los otorgantes que así lo otorgaron y firmaron en el registro, siendo testigos don Marcial Sánchez de Dovalina, José Fermín de Cánovas y José de Esparza, vecinos de este dicho Real, donde es fechada la carta el veinte de julio de mil setecientos y veinticuatro años”.