viernes, 4 de diciembre de 2015

Salud en Aguascalientes, siglo XVII.

Domingo Lázaro de Arregui. En su obra "Descripción de la Nueva Galicia" (Estudio preliminar de Francois Chevalier). Gobierno del Estado de Jalisco. México 1980, se registra lo siguiente:
1619: Es todo este reino bien templado, de buenos aires y sanos...
Los indios naturales son pocos respecto de las grandes mortandades que han tenido y tienen, que aún los años pasados de 1618 y 1619 hubo una gran dolencia entre ellos que apocó mucho la gente en este reino, sin las de atrás que redujeron a cuenta un número que, por las relaciones y ruinas que vemos, parece debía ser innumerable de gente.
Llaman los indios a estas enfermedades cocoliztle, y lo que es su pestilencia es un género de calentura muy fuerte, que parece aquella que los médicos llaman sínoco, y dales con un dolor en el vientre y flujo sanguíneo de él, con lo cual en ocho días se mueren, y algunos en dos o tres, y en tiempo de sanidad mueren algunos de repente sin más muestras de accidente que toser dos o tres veces y echar uno o dos bocados de sangre.
Y esto lo más común sucede con gente moza, y en el tiempo de sus enfermedades también mueren más de la gente moza que de la gente mayor. Por estos accidentes, y por su color y otras muchas muestras, parece vencer en esta gente la complisión sanguina, aunque en ser tan singuinos y lampiños que apenas tienen pelo en la barba y en todo su cuerpo, y los de la cabeza blandos y derechos, muestran ser de naturaleza flaca.
La villa de Aguascalientes ha sido siempre de esta jurisdicción [de Lagos] hasta ahora que la dividieron, y de ella y de las minas de Comanja, que son unas minas de poca cuenta en este reino, se ha hecho una alcaldía mayor que por ser tan nueva la división y las minas de tan poco nombre la pondremos aquí diciendo que la villa de Aguas Calientes es poblada de 15 o 20 vecinos españoles aunque en sus contornos hay otros muchos en estancias y labores, y tiene un cura clérigo.